Me gustaría poder compartir contigo, querido lector, 3 motivos que nos acercan cada día un poco más a lo que esperamos de nosotros mismos. Incluso, a ir más allá de nuestras propias expectativas

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– No existe libertad sin responsabilidad.

No querer conocer, no querer aprender nos esclaviza al yugo del victimismo, disfrazado de comodidad y de facilidad. Lo rápido y fácil no nos hace esforzarnos. La primera vez que te rindes es la más difícil de todas. Luego la cosa empieza a ser mucho más sencilla.

“Hemos levantado la estatua de la libertad sin haber construido primero la de la responsabilidad” Viktor Frankl

Cuando aprendemos a buscar culpables cada vez que una contrariedad sucede, le damos de comer a nuestro victimismo. Encontrar un culpable es el entrenamiento perfecto para entrar en el club de la víctima. Con cada entrenamiento te haces más experto en encontrar culpables que te saquen de un aprieto. Y sin darte cuenta has conseguido convertirte en el personaje que representas.

“Estamos produciendo seres humanos enfermos para tener una economía sana” Erich Fromm

Cada actitud victimista hace enfermar un poco más. Quizá sea porque a determinados dirigentes de la sociedad actual les resulte más cómodo adiestrar en estos comportamientos a quienes se dejan adiestrar.

– No compres aquello que te contaron por el simple hecho de que te lo contaran.

Una de las cualidades que caracterizan a las personas que protagonizan su vidas es la de estar en constante actitud de revisión de los paradigmas establecidos. No por el hecho de que me hayan contado que las cosas deben hacerse de una manera determinada, mi comportamiento debe responder a ese juicio.

“Uno puede estar a favor
de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica” Fernando Savater

No dar por hechas las cosas tan solo porque alguien en un momento determinado te repitió hasta la saciedad como debían hacerse. No compremos todo aquello que de manera sutil e inconsciente ha ido calando como lluvia fina en nuestro sistema de creencias, sin antes haberlo puesto en duda. Lo que ayer era útil puede que hoy ya no lo sea. No te acomodes.

– El victimismo tiene corto recorrido, la libertad es una carrera de fondo

“La responsabilidad es una cara de la moneda, la otra es la libertad. Si no quieres responsabilidad,
no tendrás libertad, y sin libertad no existe el crecimiento” (Osho)

En una sociedad donde el largo plazo es casi una utopía parece complicado apostar por ser libres. El corto plazo se alimenta del miedo y el victimismo bebe de sus aguas. Solo si te enfrentas a tus miedos te deshaces de tu victimismo regalándote el premio más buscado: a ti mismo y a lo que puedes llegar a ser.